El enclave colonial de Emporion
El conjunto arqueológico de Ampurias forma parte de una de las sedes del Museo de Arqueología de Cataluña. Durante la primera mitad del siglo VI a. C., los comerciantes griegos procedentes de Focea fundaron y se establecieron sobre un pequeño promontorio estratégicamente situado al extremo sur del golfo de Rosas, la Palaia Polis. Un promontorio, además, ocupado ya desde el Bronce final y la primera Edad del Hierro por una población indígena que había mantenido contactos con el comercio fenicio.
Poco tiempo más tarde del establecimiento griego a la Palaia Polis los ampuritanos crearon un nuevo casco urbano inmediatamente al sur de la bahía natural, garantizando el control de las instalaciones portuarias. Este nuevo asentamiento, ubicado al este de una de las elevaciones que se alzaban en el entorno de las marismas que delimitaban la antigua línea de costa -la “tierra firme” de Estrabón- es el que se conoce con el nombre de “Neápolis” (ciudad nueva), denominación otorgada por J. Puig y Cadafalch. La ciudad griega de Emporion, con los núcleos de la Palaia Polis y de la Neápolis, desarrolló su actividad urbana desde el siglo VI a. C. hasta la presencia romana en 218 a. C., cuando el puerto ampuritano es utilizado como punto de entrada a la península de las tropas romanas en su lucha contra el ejército cartaginés.
En el s. I a. C. se creó la ciudad romana de Ampurias en lo alto del cerro.
1. El núcleo de la Neàpolis de la ciudad griega de Ampurias con la muralla en primer término. Se trata de una fortificación construida a mediados de siglo II a. C., con dos potentes torres protegiendo la entrada a la ciudad, que señala el límite sur del núcleo. A redós de esta muralla se encuentra el sector de los santuarios, con restos de altares y sienes, que corresponden a varias etapas, entre los siglos V e IV a. C. y la transformación urbanística de este sector en el siglo II a. C..
2. Estatua griega de mármol que representa una divinidad masculina barbada y vestida con manto, de 2,20 m de altura, e identificada tradicionalmente con Asklepios, el dios griego de la Medicina. Procedía de un taller helenístico del Mediterráneo oriental y llegaría a Ampurias a las darreries del s. II a. C.
3. Amberes y reverso de una dracma emporitana, con la leyenda griega EMPORITON, que quiere decir "de los emporitans". La ciudad griega de Emporion fue la primera seca de la península ibérica que acuñó moneda propia, de plata, a partir de finales del siglo VI a. C., inicialmente moneda fraccionaria según los modelos foceus. Desde finales del siglo III a. C. empieza la emisión de las conocidas dracmas, con el tipo del Pegaso en el reverso, conservado en todas las emisiones posteriores, hasta época romana, como símbolo de la ciudad.